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  • Foto del escritorDanilo Carrillo

"Trazando Límites Definidos: Salvaguardando Nuestra Salud Emocional"


Las emociones tóxicas impactan negativamente la calidad de vida de las personas al ser intensas y frecuentes. Estos sentimientos negativos se consideran uno de los factores de riesgo principales para el desarrollo de conductas potencialmente destructivas. Estas reacciones emocionales están vinculadas con el inicio, desarrollo y mantenimiento de relaciones tóxicas entre agresores y víctimas. Estos vínculos emocionales negativos pueden llevar a adoptar comportamientos que ponen en peligro la integridad y salud física de otros.


En el episodio anterior, abordamos los tres elementos que contribuyen a la salud emocional de las víctimas, junto con sus rasgos distintivos impulsados por una serie de valores que se orientan hacia la recuperación y el mantenimiento de una conducta pura y sobria. También se proporcionaron herramientas y enfoques para liberarse de la conducta emocional tóxica.


El segundo elemento clave es el establecimiento de límites claros. Así como encontramos señales de límite en las calles que regulan la velocidad y protegen áreas vulnerables como parques y lugares de alto riesgo, donde se advierte sobre posibles sanciones en caso de incumplimiento, de manera similar existen límites no verbales e invisibles en nuestras interacciones sociales. Estos límites menos evidentes deben ser identificados y comunicados, ya que en ocasiones, las personas pueden cruzarlos y abusar de los demás sin consideración. Muchos de nosotros sentimos que estos límites son evidentes y no entendemos cómo algunos pueden atreverse a sobrepasarlos y transgredirlos sin respeto alguno. Por tanto, es crucial ser conscientes de estos límites y establecer límites personales para fomentar relaciones interpersonales saludables y para salvaguardar la dignidad, algo sumamente preciado para cada individuo.


El proverbio 22:24-25 dice: "No te hagas amigo de alguien iracundo, ni te juntes con uno propenso al enojo; no sea que aprendas sus costumbres y pongas trampas para ti mismo". Este proverbio nos aconseja evitar ser influenciados por personas con emociones tóxicas. Identificar y entender a tiempo a aquellos que son tóxicos nos permite establecer los límites adecuados para protegernos de posibles conflictos. Aunque nos anima a seleccionar nuestras relaciones con discernimiento, también nos advierte sobre cómo las conductas pueden ser aprendidas. Todos somos susceptibles de aprender comportamientos dañinos y tóxicos.



Establecer límites con personas propensas a la ira es una estrategia sabia para resguardarnos de situaciones complejas y comportamientos perjudiciales. Esto subraya la importancia de mantener relaciones equilibradas y saludables que contribuyan a nuestro crecimiento y bienestar emocional y espiritual.


Por otro lado, rodearnos de personas sabias y discernientes es beneficioso, ya que al interactuar con ellos, también adquirimos sabiduría. Al estar en compañía de aquellos que tienen una actitud positiva y constructiva, nos fortalecemos y aprendemos a establecer límites adecuados. Tomar decisiones conscientes acerca de nuestras amistades y relaciones nos permite alejarnos de aquellos que podrían afectarnos negativamente con su ira y enojo, protegiendo así nuestra paz y bienestar personal. La clave radica en rodearnos de individuos que nos inspiren a crecer y desarrollarnos de manera positiva.


Además, al aislar y marginar a personas tóxicas, se les impone una forma de disciplina social por sus conductas perjudiciales. Esto podría abrir la puerta al arrepentimiento con el tiempo. En última instancia, establecer límites infranqueables puede ser más beneficioso para las personas tóxicas que alejarse de ellas.


Recuerde que estos límites pueden variar desde cómo permitimos que nos hablen en términos de volumen hasta la cantidad de tiempo que pasamos con ciertas personas. Tenga presente que los individuos tóxicos a menudo desean nuestro tiempo, el cual es nuestro recurso más valioso. Por tanto, es prudente reducir la cantidad de tiempo con ellos y asegurarse de que los momentos compartidos sean significativos y de calidad. Comunique sus límites de manera clara y repita sus puntos cuando sea necesario. Si se trata de su pareja o alguien cercano, aplique las correcciones pertinentes para enderezar las situaciones conflictivas. Camine con integridad y cuidado a su lado, ejemplificando una conducta asertiva. A la larga, lo apreciarán.


Sigamos adelante, líderes 4x4.

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