Estructura y fronteras en el sistema familiar

He dedicado varios días a trabajar en las imágenes representativas que acompañan mis escritos sobre los esenciales de los matrimonios funcionales, explorando con detenimiento la profundidad de Génesis 2:24. Este versículo encierra una riqueza estructural inagotable: desde el principio se establecieron límites y fronteras funcionales que, tras la irrupción del pecado en Génesis 3:6-7, comenzaron a desdibujarse. La caída no solo alteró la relación con Dios, también fracturó la arquitectura original del vínculo conyugal, generando distorsiones que aún siguen en la dinámica familiar contemporánea.

En este contexto, se vuelve urgente y necesario trazar geométricamente, una y otra vez, los límites estructurales establecidos en Génesis 2:24. Tal como Deuteronomio 6:7 lo sugiere, creo firmemente en la pedagogía de la repetición intencional y argumentativa, porque nuestra tendencia natural es alejarnos de la claridad paradigmática que emana del diseño creacionista. Nuestra memoria espiritual es frágil; por ello, vuelvo recurrentemente a este pasaje, convencido de que allí reside el patrón fundacional.

Comparto, entonces, algunas geometrías básicas que hemos desarrollado en los últimos meses mejoradas del modelo de Minuchin. Lo hago en medio de un panorama saturado de ruido sin contenido profundo y escasa música teológica; abundan los discursos sin profundidad elemental ni raíz escritural del sistema familiar. Echo que deja evidencia de una teología práctica que acompañe la reflexión sobre el matrimonio desde la matriz biblica.

Génesis 2:24 Es una arquitectura profundamente descriptiva de las fronteras elementales del sistema familiar, un plano estructural que obedece a una economía divina. Frente a la distorsión introducida en Génesis 3:6-7—urge volver al diseño de Génesis 2:24. Volver al Edén para recuperar la estructura y el modelo eterno que aún tiene la capacidad de reordenar, sanar la fragmentacion actual del aparato mas idoneo que esta generación esta dejando sin efecto, pero que Dios una y otra vez nos dice: en el principio no fue asi... Mat 19...

Seguimos en la conversación