La estructura de liderazgo y relaciones en la familia ensamblada debe ser abordado desde una perspectiva bíblica, por causa del autor y creador de la familia, Dios desde el principio estableció la familia y su orden funcional. En la Biblia, podemos encontrar principios que establecen un orden jerárquico creacionista para la familia, tanto en la familia nuclear como en la familia ensamblada.
Desde el principio, Dios estableció el liderazgo familiar y esa responsabilidad recae sobre el hombre. En Efesios 5:23-24 se dice: "Porque el esposo es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo él mismo el salvador del cuerpo. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, también las esposas deben estar en todo sujetas a sus esposos".
Este liderazgo tiene más responsabilidades que privilegios, y no debe ser autoritario ni controlador. El liderazgo bíblico es un rol de líder servidor, donde el hombre es llamado a ser un ejemplo de amor y servicio, tal como lo fue Jesús. El hombre debe liderar su hogar a través de su servicio, y esa actitud de servicio es lo que adquiere un sentido de influencia y seguridad en la familia.
En 1 Timoteo 5:8, se dice: "Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo". Aquí se ve claramente que la responsabilidad de proveer para la familia recae sobre el hombre.
Sin embargo, el liderazgo no es algo que el hombre deba hacer solo. La esposa también es una ayuda idónea, compañera y co-partícipe de esa responsabilidad. En Proverbios 31:10-31, se presenta a una mujer virtuosa que trabaja junto a su esposo para proveer para la familia y ayudarlo en su liderazgo.
Finalmente la estructura de liderazgo y relaciones en la familia ensamblada, así como en la familia nuclear, tiene un orden jerárquico creacionista que debe ser guiado por los principios bíblicos. El liderazgo recae sobre el hombre, pero debe ser un liderazgo de servicio y amor, donde el hombre trabaja junto a su esposa para proveer para la familia y guiarla en el camino en el cual debe andar, según los propósitos y determinaciones particulares según Dios ponga. En su corazón
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